Día de reivindicaciones y no es para menos. Los datos no son halagueños en materia de igualdad de género, ni siquiera en sociedades “tan” avanzadas como las nuestras… vale, dejemos de lado las ironías. Lo cierto es que la pandemia no ha ayudado, si no que ha venido a profundizar diferencias, inequidades y desigualdad. No es demagogia, ni siquiera lo decimos nosotros, lo dice la ONU y todos los estudios sobre la materia que se han llevado a cabo en el último año.
La ONU dice en uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) que la “igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible.” Se trata del Objetivo 5 que brega por “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas”.
Desde bewo estamos comprometidas en contribuir a la visibilización de mujeres de todos los ámbitos que sirvan de modelos de rol e inspiración. En particular, hoy nos gustaría referirnos a las niñas, la próxima generación de mujeres, trayendo a nuestra web un extracto de las “Doce pequeñas acciones con gran impacto para Generación Igualdad” publicado por la ONU el 25 de febrero de 2020. Allí se puede leer:
8. Enseñarles a las niñas lo valiosas que son
Princesita. Vulnerable. Mandona.
Incluso antes de llegar a la pubertad, las niñas de todo el mundo ya han internalizado creencias sobre su lugar, valor y papel en la sociedad como personas dependientes, vulnerables o incapaces, y se les enseña que deben actuar de esa manera, lo que refuerza los estereotipos de género y les impide desarrollar todo su potencial.
Es difícil desaprender este tipo de creencias. Por este motivo, es muy importante abordarlas desde temprana edad. Recuérdales a las niñas que forman parte de tu vida que son fuertes, capaces y se merecen el mismo respeto que los niños. Asegúrate de que entiendan de que son mucho más que su apariencia: elógialas por su inteligencia, fortaleza, capacidad de liderazgo, destreza física y muchas áreas más.
Anima a las niñas a alzar la voz y hacerse valer. Contrarresta las narrativas y el lenguaje que las persuada de no hacerlo: diles que son «audaces», no «mandonas». Demuéstrales que sus pensamientos importan pidiéndoles su opinión y escuchándolas cuando hablen. Y si eres madre/padre o profesor/a, invierte en juguetes, libros y películas que sean neutrales en materia de género. Muéstrales a las niñas las posibilidades de su potencial y permíteles jugar como deseen. Hazles saber que no existe una manera correcta o incorrecta de ser una niña.
No hace falta explicar que una sociedad más equitativa es una mejor y mas deseable sociedad. Es responsabilidad de todos y todas contribuir a ello, aportar nuestro granito de arena cada día, todos los días, no solo hoy. Me viene a la cabeza aquella frase de la película “Una cuestión de género” que relata la vida de Ruth Bader Ginsburg (abogada defensora de los derechos humanos, 1933-2020). Sobre el final, en una escena la Sra. Bader le pide disculpas a su hija por el tiempo que su trabajo les ha robado y ésta le increpa con un: ¿Por quién lo haces si no es por mí?
Y tú, ¿por quién lo haces?